José Álvarez Gamito y el Trabajo en el Campo:
Nuestra historia comienza con José Álvarez Gamito, un hombre de campo cuya vida estuvo marcada por el esfuerzo y la dedicación. Desde joven, trabajó sus tierras con la ayuda de mulos y herramientas tradicionales, abriéndose camino con sacrificio y pasión por el campo. Con el tiempo, se especializó en la tala de olivos, un trabajo esencial en la época, lo que le permitió expandirse más allá de sus propias tierras y ganarse el prestigio de la zona.

 con Gabriel Cabello: Expansión y Modernización:
Con los años, Gabriel Cabello, su yerno, se unió a él en el negocio y juntos lograron modernizar y hacer crecer la empresa. Con visión y determinación, compraron su primer tractor y remolque, lo que les permitió ampliar su cartera de clientes y ofrecer nuevos servicios.

Así, la empresa comenzó a realizar más trabajos agrícolas, como:

✅ Recolección
✅ Desbareto
✅ Tala
✅ Conquilde
✅ Rastrón
✅ Riego

En 2004, la empresa dio un gran salto tecnológico con la adquisición de una máquina vibradora Tornado, una de las primeras en su tipo, que se enganchaba al tractor y facilitaba enormemente la recolección de la aceituna. Además, se adquirió otro tractor nuevo, lo que permitió optimizar aún más los trabajos y aumentar la eficiencia en el campo.

En 2018, la historia de la empresa vivió una nueva etapa con mi llegada. Yo venía de trabajar en una finca de naranjas en Peñaflor y, tras mudarme a Herrera, comencé a trabajar con mi suegro Gabriel Cabello. Poco a poco, fui aprendiendo cada detalle del trabajo y asumiendo más responsabilidades hasta convertirme en manijero, encargándome de la gestión de los trabajadores, el trato con los clientes y la supervisión de las parcelas en las que trabajábamos.

En 2022, tras el nacimiento de mi hija Carmen, mi suegro nos planteó la posibilidad de hacernos cargo de la empresa, ya que él tenía otros compromisos y no podía dedicarle el tiempo necesario. Tras hablarlo con mi mujer, decidimos dar el paso con mucha ilusión, ya que yo siempre había soñado con tener mis propios tractores y gestionar un negocio en el campo.

Con nuestra llegada, decidimos formalizar y darle un nuevo impulso a la empresa con un nombre que representara nuestro legado familiar: TORCAGRI, una combinación de los apellidos de nuestros hijos Torres Cabello.

Este nombre simboliza nuestra historia y nuestro compromiso con el futuro del negocio, manteniendo la tradición, pero siempre apostando por la innovación en el sector agrícola.